Personas y trabajadores, dos caras de la misma moneda

por Reyes Riera Bravo

 

En el sector de los Recursos Humanos tratamos, cada vez con más frecuencia, de segmentar, catalogar, clasificar, medir y describir a las personas, los puestos de trabajo, los perfiles y las competencias y un sinfín de conceptos más. Y podemos encontrar muchas teorías y muchas clasificaciones interesantes sobre qué tipo de trabajadores existen. ¿Por qué? Porque si tratamos de conocer a las personas, cómo son, qué les motiva y qué les preocupa, lograremos motivarles, implicarles y emocionarles con los valores de nuestra empresa y con el trabajo que realizamos.

Me voy a permitir parafrasear al genial y recientemente malogrado Carles Capdevila, periodista y guionista español que desarrolló una gran labor en distintos medios catalanes y nacionales. En su libro “La vida que aprenc” (La vida que aprendo), tiene un capítulo titulado “Emprenedors contra emprenyadors” (Emprendedores contra ‘tóxicos’, permitidme esta licencia a la hora de traducirlo). Y dice así: “Hay gente que hace cosas. Es peligrosa. Sobre todo si te acercas, porque es imparable, y su entusiasmo acaba siendo contagioso. Y hay gente que ni hace ni deja hacer. Es aún más peligrosa. Sobre todo si se acerca, porque es persistente y te acabará desanimando. A la gente que hace cosas ahora la llamamos emprendedores (…) A la gente que no hace ni deja hacer los llamamos ‘tóxicos’. Son personas amargadas, que no pueden permitir el lujo de que la gente con ilusión logre sus metas porque pondría en evidencia su miseria moral. (…) Suele haber un 10% de emprendedores y un 10% de ‘tóxicos’. Son dos polos. La gran mayoría, el 80% del medio, en el fondo, están a la expectativa; hoy se dejan deprimir por los argumentos derrotistas de uno, mañana se dejarán animar por el entusiasmo genuino del otro”.

El liderazgo situacional de Paul Hersey y Ken Blanchard (1982) también nos puede resultar muy útil y queda reflejado en la siguiente diapositiva:

David Monreal lo explica perfectamente en su blog:

  1. Los que saben y quieren: estos son los que tienen la capacidad, el conocimiento y el interés por mejorar. Quieren progresar, crecer y aprender más.
  2. Los que saben y no quieren: terriblemente desmotivados se dedican a tomarse sus tareas de forma reactiva, a la espera de recibir instrucciones. Hacen lo mínimo, pero sus habilidades técnicas les permiten sobrevivir en el entorno.
  3. Los que no saben pero quieren: en este grupo se encuentra el mayor potencial de una Compañía, se muestran muy activos e intentan aprender cuanto pueden para mejorar.
  4. Los que no saben ni quieren: los trabajadores dentro de esta categoría son pasivos y desequilibran a los equipos de trabajo. Normalmente no se esfuerzan en aprender ni en mejorar sus metodologías.

En otro artículo de la página web de SAP, multinacional dedicada al diseño de productos informáticos de gestión empresarial, identifican 5 perfiles: Generador de conocimiento, colaborativo, milenario, desafiante y experto. Lo puedes leer aquí. Y en la página equipos&talento (en el artículo Conoce qué tipo de empleados eres) dan a conocer los perfiles profesionales más comunes que ha identificado el portal de empleo Trabajando.com. Y son: el eficiente, el workaholic, el sociable, el desordenado, el fantasma, el líder, el que simula ser eficiente, el resentido, el escolar y el historiador.

Según www.modelocurriculum.net en su artículo ¿Y tú? ¿Qué tipo de trabajador eres? (leer más) los segmenta de acuerdo a las habilidades personales: el perfeccionista, el lento, el ambicioso, el desorganizado, el optimista, el pesimista, el eficiente y el cotilla.

Y así podríamos continuar y continuar. Quizás podríamos dejar de intentar clasificar, medir, segmentar y catalogar para simplemente observar, escuchar, hablar y conectar con nuestro equipo. Somos personas que se preocupan por las personas.

Reyes Riera Bravo

Miembro de la Junta del Club de Recursos Humanos.