La Felicidad en las empresas, el camino hacia el éxito

La felicidad en las empresas… parece fácil. De hecho, “es una idea sencilla, difícil de implementar”. Así comenzó Joan Pau Fisas el taller que impartió el jueves 27 de abril en el Club de Recursos Humanos de Castellón. Este profesional con 15 años de experiencia logró en sus dos horas de ponencia que nos sintiéramos felices. En esos 120 minutos logró arrancarnos varias sonrisas con ejemplos muy significativos que hicieron que pensásemos que es posible. ¿Y cómo lo podemos llevar a la práctica? ¿Qué podemos hacer?

Estamos una gran parte de nuestro tiempo en el trabajo y ese entorno nos influye. Fisas cree que es posible crear un entorno feliz. Y nos recordó las medidas 50/10/40. Un 50 por ciento de nuestra felicidad depende de nuestra genética, un 10% está relacionado con el entorno, los factores externos, y el otro 40% tiene que ver con nuestra actitud ante las cosas. Ser felices depende de nosotros mismos.

Nosotros, como responsables de recursos humanos, tenemos la llave para intentar modificar ese entorno, lograr que nuestros trabajadores sean felices, que hablen bien de su trabajo. Joan Pau Fisas es partidario de las empresas felices, no de las empresas paradisíacas. “Es algo más personal, más humano”. Y dio un ejemplo: “Confías en mí porque crees que me preocupo por ti”, le explicó el CEO de Infojobs durante su etapa en esa compañía. Según Fisas, “el truco es hablar con la gente. Preocuparnos por ellos de una manera sincera. Por ejemplo, en una entrevista me preocupo más por saber qué le hace feliz a un candidato que de si lo va a hacer bien”.

Nos propuso, además, un experimento muy muy curioso, pero real como la vida misma para demostrar cómo el entorno influye en nuestra felicidad: El poder de las palabras, del naturalista e investigador japonés, Masaru Emoto. “El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual. Debería Ud. aplicar mi teoría a su vida para mejorarla”, afirma Emoto. Joan Pau Fisas lo realizó con arroz. Probadlo. Si le dedicamos pensamientos positivos, palabras cariñosas y lo animamos tarda mucho más en estropearse que si utilizamos la negatividad, palabras agresivas y lo “maltratamos” verbalmente. Lo mismo sucede con las personas. Hacer determinadas cosas es provocar la positividad o negatividad de las personas. 

Y la felicidad tampoco es una cuestión de tener un salario más alto. Según su experiencia, Fisas descubrió que los trabajadores “felices” no destacaban el apartado del salario en su encuesta de satisfacción. Daban más importancia a conceptos como el trabajo en equipo, el aprendizaje, la motivación, el orgullo, la superación, la alegría y el compañerismo, entre otros. Los trabajadores felices son los más productivos y rentables para la empresa.

Para recapacitar, ¿no crees? Según la ONU, la felicidad es un objetivo de la humanidad. ¿Te animas a ser feliz?