Cómo mejorar nuestro entorno a través de la RSC
Por Luis Prada González
Conceptos como el desarrollo sostenible, como necesidad de conciliar crecimiento y respeto medioambiental, y el de transparencia en las actuaciones de gestión de las empresas, son demandas que surgen de la sociedad. Los actores sociales son los que plantean este asunto, que apunta a la necesidad de extender el progreso a aquellas partes de la sociedad que han quedado al margen de este desarrollo social, económico y tecnológico. De ahí que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se convierte en una herramienta para contribuir a la mejora de las condiciones sociales, laborales y medioambientales de su entorno.
La Unión Europea define la RSC como” un concepto a través del cual la empresa integra de forma voluntaria las dimensiones social y medioambiental en sus relaciones con los grupos de interés” La situación en nuestro país es de una gran diversidad, algunos incluyen códigos de conducta, otros se adhieren a instrumentos internacionales, otros crean plataformas de diálogo e intercambio de buenas prácticas etc. Lo que es indudable es que la empresa debe tomar conciencia del impacto de sus actuaciones en el conjunto de la sociedad. No es nuevo que la empresa además de buscar su rentabilidad, busque contribuir a su entorno social y que busque cauces de cooperación con los trabajadores, con los consumidores de sus productos o con la Administración.
La RSC no es una herramienta “única” para afrontar esos aspectos. No hay que confundirla con la acción social de las empresas que, sin duda, están incluidas en el concepto. Pero la RSC es algo más, forma parte de las relaciones de la empresa con la comunidad en la que opera, con el fin de obtener de ésta su licencia para seguir operando. No confundir RSC como una herramienta de marketing, que también, puesto que bien gestionada contribuirá a obtener un reconocimiento social que, sin duda, incrementará el poder de su marca. Tampoco es solo una variante de la ética de las organizaciones, porque la ética es un componente esencial de las decisiones empresariales y parte de todo lo que estamos hablando. Sus bases son:
- La voluntariedad: puesto que los comportamientos de la empresa que reflejan el compromiso que quiere asumir en materia social, laboral, medioambiental… es de naturaleza voluntaria.
- La diversidad: porque la empresa debe tener la suficiente libertad para adaptar sus iniciativas al entorno en el que se mueve
- la no sujeción de la RSC a legislación alguna: porque está más allá de ésta.
De ahí que el apoyo a iniciativas de tipo social en nuestra comunidad debe de ser una parte de la actuación de la empresa. A nuestro alrededor, en las comunidades en las que operamos hay necesidades que cubrir. Un ejemplo que podemos encontrar en la provincia de Castellón es el Banco de Alimentos. Gracias a su labor, hay 15.000 personas que se benefician de su ayuda con la entrega de alimentos. Y son familias a las que se las fiscaliza a través de Trabajadores Sociales para que los que reciban los alimentos sean quienes realmente los precisan. Y esta institución, el Banco de Alimentos, necesita ayuda económica para comprar y distribuir estos alimentos. Quienes penséis igual que yo podéis entrar en contacto con ellos a través de su web, o haciéndose socio. La cuota individual es de 50 € al año y la de empresa 100€/año.
Y éste es sólo un ejemplo. Si vuestras empresas o vosotros estáis colaborando con otras entidades, podéis enviarnos la información para compartirla con el resto de socios.
Luis Prada González
Presidente del Club de RRHH de Castellón